Alarma por aumento de casos de tos ferina en Colombia
La tos ferina era uno de los mayores temores de los padres hace medio siglo. La enfermedad que comienza con una tos leve muy pronto evoluciona a una tos convulsiva, asfixiante. En aquella época provocaba la muerte a muchos de los bebés y niños afectados. La aparición de una primera vacuna hacia 1940 y el fortalecimiento de programas de vacunación en las décadas siguientes hizo que muchos se olvidaran de su existencia. Pero los datos indican que está reemergiendo en Colombia.
Doris Cardona, María Garzón, Mateo Calle, Maite Agudelo y Ángela Segura, investigadoras de la Facultad de Medicina de la Universidad CES, detectaron que entre 2002 y 2012, se presentaron en Colombia 173 muertes por tos ferina.
En Bogotá y Antioquia se reportó el mayor número de casos y de muertes, sin embargo, el mayor riesgo de enfermar y de morir se registró en el departamento del Vaupés.
“Esta situación pone de manifiesto las falencias en materia de vigilancia y control de la enfermedad en la población general y en los niños menores de cinco años en particular”, señalaron los investigadores colombianos pues existe un programa de vacunación que debería evitar esas muertes. La cobertura de la vacunación aumentó en 53 % entre 1982 y 1993 y hoy ronda el 80%.
Colombia no es el único país en los que se ha notificado la reemergencia de la tos ferina. En algunos países europeos está ocurriendo algo similar.En España, por ejemplo, se han implementado nuevas estrategias de vacunación de adolescentes, de vacunación sistemática de adultos y personal sanitario, y especialmente de personas adultas en contacto con niños para cortar la transmisión de la enfermedad. La bacteria Bordetella pertussis se transmite fácilmente por medio de las gotas expulsadas por las personas infectadas al toser o estornudar.
“Es preocupante que, a pesar de que la tos ferina es una enfermedad prevenible, aún se sigan presentando casos y muertes”, concluyeron los investigadores al presentar los resultados de su trabajo en la revista Biomédica. Su sugerencia para las autoridades sanitarias es que se aumenten las medidas de control y prevención, no solo en los niños menores de un año, quienes tienen mayor riesgo y presentan la letalidad más elevada, sino también, en personas jóvenes y adultas, cuyo riesgo de enfermar ha aumentado.